Alemania ha descubierto una reserva de litio bajo el Rin
Alemania ha descubierto una reserva de litio bajo el Rin tan enorme que podría abastecer a 400 millones de coches eléctricos
En 2018 abrirá en Alemania la que será la electrolinera más grande del planeta. Por electrolinera me refiero a toda una instalación dedicada a la recarga de coches eléctricos, capaz de acoger a 144 coches al mismo tiempo, y capaz de soportar un tráfico diario de 4.000 coches eléctricos. Es uno de los proyectos de infraestructura de recarga más ambiciosos del planeta, y está siendo llevado a cabo por un país cuyas principales corporaciones automovilísticas ya comienzan a apostar abiertamente por la movilidad eléctrica. ¿Será la primera gran electrolinera del futuro? ¿Se extenderá su modelo por toda Europa?
El proyecto es la niña bonita de una empresa promotora llamada Sortimo. Esperan que la electrolinera esté operativa en 2018, y su coste de construcción rondará los 15 millones de euros, de los cuales hasta el 40% serán subvencionados por el gobierno federal de Alemania. La estación se situará en plena Autobahn A8, en las afueras de la ciudad de Augsburg – es una de las Autobahn con más tráfico, y es la principal arteria de comunicación entre Munich y Stuttgart. La gran ventaja de esta estación de recarga es que contará con multitud de tomas eléctricas, aptas para todos los estándares y todos los coches eléctricos actuales.
Entre las tomas eléctricas, se encuentran 24 cargadores ultra-rápidos de 350 kW de potencia, que permitirán en sólo 10 minutos recargar la batería de los coches eléctricos compatibles – de momento inexistentes, pero nos gusta esta claridad de miras de cara al futuro. El resto de cargadores tendrán una potencia máxima de 50 kW, una potencia que sigue siendo rápida bajo cualquier estándar. Para que el tiempo de espera para la recarga de los coches eléctricos no sea tiempo perdido, en las instalaciones se podrá acceder a una amplia selección de servicios, desde hostelería a lavandería, pasando por compras – los supermercados parecen una opción muy lógica.
De hecho, junto a un centro de reuniones para uso empresarial, es una opción que está en los planes de la empresa: haremos la compras online, y en la electrolinera, recogeremos los productos embolsados, que nos estarán esperando en un almacén climatizado. El funcionamiento de la estación será muy intuitivo: tras registrar nuestro coche en una app, se nos asignará un punto de recarga y se nos tarificará de forma automática por la electricidad consumida. En cuanto a la eficiencia energética y económica, esta estación será un modelo a seguir: por ejemplo, el calor generado por los puntos de recarga será usado para la calefacción en invierno.
El edificio se integrará con el entorno con techos ajardinados, y hará uso de electricidad de fuentes solares y eólicas, además de absorber la energía extra generada por de forma renovable por los pueblos cercanos. Apoyando su funcionamiento en el uso de acumuladores, podrá suministrar energía a todos los vehículos en las horas punta. Es un proyecto de lo más interesante, que demuestra un compromiso claro por la movilidad del futuro. Mientras tanto, nuestro país sigue siendo el hazmerreír de Europa en cuanto a movilidad eléctrica, sin un ápice de compromiso público – sólo la iniciativa privada tira del carro.